El policía de las ratas
Soy una lectora blanca, desprevenida e ingenua.
Bolaño me da vuelta. Me lame el cuello y me dice al oído : es eso que leés, tonta.
Cierro los ojos, repienso todo vagamente.
Me besa los párpados, me susurra: pero hay más, sabés que hay más.
3 Comments:
Gracias a Dios o a lo que sea...siempre(o casi)hay más.
y cuando no lo haya?
a diferencia de los griegos, odiamos la finitud.
Yo me sumo.
saludos!
Como el susurro de los Dioses. Hablando de griegos, aquellos decían que no eran ellos los que escribían, sino que eran los Dioses quienes le susurraban al oído qué escribir, y si encima te besa los párpados...
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